Obras inspiradas en el mito de Don Juan

FechaAutoresTítuloDetalles
2004Peter HandkeDon Juan (erzählt von ihm selbst)
(Don Juan por sí mismo)
Novela.
2005José SaramagoDon Giovanni ou o dissoluto absolvido
(Don Giovanni o el disoluto absuelto)
2005Jim JarmuschBroken FlowersPelícula.
2006Andrzej BartDon Juan raz jeszcze
(Don Juan de nuevo)
Novela.
2006Ricard CarbonellDon GiovanniPelícula basada en el Don Juan de E.T.A. Hoffmann.
2006Joel BeersThe Don Juan ProjectUn examen de la importancia del mito en el presente.
2006Patrick MarberDon Juan in SohoObra de teatro.
2007Roberto ArrónizTenorio, tango y tequilaPoesía.
2008Jesús Campos GarcíaLa burladora de Sevilla y el Tenorio del siglo XXIObra de teatro.
2008-2009Claudio LacelliDon Juan y su bella damaTelenovela argentina basada levemente en el personaje.
D. Juan:
Cálmate, pues, vida mía;
reposa aquí, y un momento
olvida de tu convento
la triste cárcel sombría.
¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor?
Esta aura que vaga llena
de los sencillos olores
de las campesinas flores
que brota esa orilla amena;
esa agua limpia y serena
que atraviesa sin temor
la barca del pescador
que espera cantando el día,
¿no es cierto, paloma mía,
que están respirando amor?
Esa armonía que el viento
recoge entre esos millares
de floridos olivares,
que agita con manso aliento,
ese dulcísimo acento
con que trina el ruiseñor
de sus copas morador
llamando al cercano día,
¿no es verdad, gacela mía,
que están respirando amor?

Fragmento de Don Juan Tenorio de José Zorrilla

¿Alma mía! Esa palabra

cambia de modo mi ser,

que alcanzo que puede hacer

hasta que el Edén se me abra.

No es, doña Inés, Satanás

quien pone este amor en mí;

es Dios, que quiere por ti

ganarme para él quizás.

No, el amor que hoy se atesora

en mi corazón mortal

no es un amor terrenal

como el que sentí hasta ahora;

no es esa chispa fugaz

que cualquier ráfaga apaga;

es incendio que se traga

cuanto ve, inmenso, voraz.

Desecha, pues, tu inquietud,

bellísima doña Inés,

porque me siento a tus pies

capaz aún de la virtud.

Sí, iré mi orgullo a postrar

ante el buen Comendador,

y o habrá de darme tu amor,

o me tendrá que matar.

https://blogpoemas.com/fragmentos-de-don-juan-tenorio/

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LISTADO DE OBRAS SOBRE DON JUAN:

Pedro Calderón de la Barca: No hay cosa como callar

José Zorrilla: Don Juan Tenorio

Jacinto Grau: Don Juan en el tiempo y en el espacio

Antonio y Manuel Machado: Don Juan de Mañara

Miguel de Unamuno: El hermano Juan o el mundo es teatro

André Obey: Don Juan

Jacinto Benavente: Ha llegado Don Juan

Tirso de Molina: El burlador de Sevilla y convidado de piedra

José de Espronceda: El estudiante de Salamanca

Byron: Don Juan

Obras sobre Don Juan

1639Pedro Calderón de la BarcaNo hay cosa como callar
1643Paolo ZehentnerPromontorium Malae Spei
1650Giacinto Andrea CicogniniIl convitato di pietraObra de teatro.
1658Dorimon (Nicolas Drouin)Le Festin de pierre ou le Fils criminel
1659Jean Deschamps «Villiers»Le Festin de pierre ou le Fils criminelObra de teatro.
1665MolièreDom Juan ou Le Festin de pierreComedia.
1669Dorimon (Nicolas Drouin)Festin de pierre ou L’Athée foudroyé
1676Thomas ShadwellThe LibertineObra de teatro.
1747Antonio de ZamoraNo hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague o Convidado de piedraTeatro
1736Carlo GoldoniDon Giovanni Tenorio ossia Il dissolutoObra de teatro

Fragmento

D. JUAN:
Mas, ¡cielos, qué es lo que veo!
O es ilusión de mi vista,
o a doña Inés el artista
aquí representa, creo.
ESCULTOR:
Sin duda.
D. JUAN:
¿También murió?
ESCULTOR:
Dicen que de sentimiento
cuando de nuevo al convento
abandonada volvió
por don Juan.
D. JUAN:
¿Y yace aquí?
ESCULTOR:
Sí.
D. JUAN:
¿La visteis muerta vos?
ESCULTOR:
Sí.
D. JUAN:
¿Cómo estaba?
ESCULTOR:
¡Por Dios,
que dormida la creí!
La muerte fue tan piadosa
con su cándida hermosura,
que la envió con la frescura
y las tintas de la rosa.
D. JUAN:
¡Ah! Mal la muerte podría
deshacer con torpe mano
el semblante soberano
que un ángel envidiaría.
¡Cuán bella y cuán parecida
su efigie en el mármol es!
¿Quién pudiera, doña Inés,
volver a darte la vida!
¿Es obra del cincel vuestro?
ESCULTOR:
Como todas las demás.

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LISTADO DE OBRAS SOBRE DON JUAN

  • El burlador de Sevilla y convidado de piedra – Tirso de Molina
  • No hay cosa como callar – Calderón de la Barca
  • Promontorium malae spei – Paolo Zehentner
  • Il convitato di pietra – Giacinto Andrea Cicogini
  • Dom Juan ou Le Festin de pierre – Molière
  • No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague o convidado de piedra – Antonio de Zamora
  • Don Giovanni – Giovanni Bertati
  • Don Juan – Byron
  • Don Juan de Maraña – Alexandre Dumas
  • El estudiante de Salamanca – José de Espronceda

FRAGMENTO DE DON GIOVANNI

Leporello espera a su señor Don Giovanni
a la entrada del palacio del Commendatore de Sevilla.
Está harto de las aventuras de su señor.

Don Giovanni sale apresuradamente del palacio
y, tras él, Donna Anna, la hija del Commendatore,
que intenta descubrir quién ha intentado forzarla.

Durante la persecución, aparece el Commendatore
que, para defender el honor de su hija,
desafía en duelo al asaltante.
Mientras tanto, Donna Anna entra en la casa en busca de ayuda.
Don Giovanni hiere de muerte al Commendatore y escapa.

Vuelve Donna Anna, acompañada de Don Ottavio,
su prometido, y encuentran al Commendatore sin vida.
Desolada, la joven pide a Don Ottavio
que vengue la muerte de su padre.

Por la noche, Don Giovanni y Leporello están en un hostal.
Al ver que llega una mujer, se esconden.
Se trata de Donna Elvira, noble procedente de Burgos,
que se lamenta del hombre que la ha abandonado.

Don Giovanni quiere aprovecharse de la situación,
pero al salir de su escondite,
Donna Elvira le reconoce como al traidor de quien hablaba.
Don Giovanni huye, mientras Leporello explica a Donna Elvira
todas las conquistas amorosas de su amo.
Perpleja por lo que acaba de oír, se va decepcionada.

En las afueras de Sevilla, unos campesinos
celebran la boda de Zerlina y Masetto.
Don Giovanni y Leporello se unen a la fiesta.
Don Giovanni se insinúa a Zerlina
que se siente halagada y no le rechaza.
Para librarse de Masetto y de los invitados,
ordena a Leporello que invite a todo el mundo
a una fiesta en su palacio.
Masetto, dolido, ve como su Zerlina se queda a solas
con el seductor.

Don Juan

Obras relacionadas con el mito de Don Juan

1906Ruperto ChapíMargarita la tornera
1922Azorín Don Juan
1844José Zorrilla Don Juan Tenorio

1665
MolièreDom Juan ou Le Festin de pierre
Don Juan o el convidado de piedra - Molière - ¡¡Ábrete libro!! - Foro sobre  libros y autores

1787
Giovanni BertatiDon Giovanni
1787Lorenzo da PonteDon Giovanni
1813E.T.A. HoffmannDon Juan
1821ByronDon Juan
Pin de Biblioconstelaciones en LITERATURA Y MAS | Siglo xix, Biblioteca

Un fragmento representativo del libro de Azorín (capítulo I que sigue al prólogo):

«Don Juan es un hombre como todos los hombres. No es alto ni bajo; ni delgado ni grueso. Trae una barbita, en punta, corta. Su pelo está cortado casi al rape. No dicen nada sus ojos claros y vivos: miran como todos los ojos. La ropa que viste es pulcra, rica; pero sin apariencias fastuosas. No hay una mácula en su traje ni una sombra en su camisa. Cuando nos separamos del él, no podemos decir de qué manera iba vestido: si vestía con negligencia o con exceso de atuendo. No usa joyas ni olores. No desborda en palabras corteses, ni toca en zahareño. Habla con sencillez. Ofrece y cumple. Jamás alude a su persona. Sabe escuchar.»

LISTADO DE OBRAS SOBRE DON JUAN

Don Juan and Faust: Christian Dietrich Grabbe

Don Juan aux enfers: Charles Baudelaire

Don Juan, buena persona: Serafín y Joaquín Álvarez

Don Juan: Azorín

Tigre Juan: Ramón Pérez de Ayala

Ha llegado Don Juan: Jacinto Benavente

Don Juan en los infiernos: Gonzalo Suárez

Don Juan DeMarco: Jeremy Leven

Exploits d´un Don Juan: Georges Richard

Don Juan Ende: Paul Heyse

¡Ay, el amor de las mujeres! Sabemos que es algo encantador y algo temible. Todo en esa suerte lo echan, y si pierden nada la vida tiene ya que darles excepto burlas del pasado. Como el salto del tigre es su venganza: mortal, rauda, aplastante. Su tortura es tan real, que lo que ellas infligen lo sufren.
Tienen razón. El hombre es a menudo muy injusto con el hombre; con las mujeres lo es siempre. Les une un único vinculo: sólo confían en la perfidia. Enséñales a disimular. Sus corazones, rotos, desesperan sobre su ídolo, hasta que una lujuria más ardiente compra en matrimonio…¿Y que queda luego? Un marido ingrato – un amanta infiel más tarde-y después, vestidos, hijos, rezos… y se acabó todo.
Algunas toman un amante, otras se dan a la bebida o a las preces, otras más cuidan de su casa, otras se disipan, algunas se fugan y no hacen más que cambiar de preocupaciones, perdiendo las ventajas de una posición respetable. Mas pocos son los cambios que pueden mejorar su suerte al ser la suya una situación antinatural desde el palacio aburrido al sucio tugurio. Y las hay que optan por ser perversas y luego escriben una novela.

Lord Byron,  Don Juan (1819)

Fragmento de Don Juan Tenorio de José Zorrilla

En Roma, a mi apuesta fiel,
fijé entre hostil y amatorio,
en mi puerta este cartel:
Aquí está don Juan Tenorio
para quien quiera algo de él.

De aquellos días la historia
a relataros renuncio;
remítome a la memoria
que dejé allí, y de mi gloria
podéis juzgar por mi anuncio.
Las romanas caprichosas,
las costumbres licenciosas,
yo gallardo y calavera,
¿quién a cuento redujera
mis empresas amorosas?
Salí de Roma por fin
como os podéis figurar,
con un disfraz harto ruin
y a lomos de un mal rocín,
pues me quería ahorcar.
Fui al ejército de España;
mas todos paisanos míos,
soldados y en tierra extraña,
dejé pronto su compaña
tras cinco o seis desafíos.
Nápoles, rico vergel
de amor, de placer emporio,
vio en mi segundo cartel:
Aquí está don Juan Tenorio,
y no hay hombre para él.
Desde la princesa altiva
a la que pesca en ruin barca,
no hay hembra a quien no suscriba,
y cualquier empresa abarca
si en oro o valor estriba.
Búsquenle los reñidores;
cérquenle los jugadores;
quien se precie que le ataje,
a ver si hay quien le aventaje
en juego, en lid o en amores.

Don Juan Tenorio - Wikipedia, la enciclopedia libre

Listado de libros sobre el Don Juan:

Don Juan y Fausto, Albert Lortzing y Christian Dietrich

El Burlador de Sevilla, Tirso de Molina

Don Juan Tenorio, José Zorrilla

Don Juan, Molière

Don Juan de Maraña, Alexandre Dumas

Las sonatas/Marqués de Bradomin, Valle-Inclán

Les exploits d’un jeune, Apollinaire

Don Juan, Azorín

El hermano Juan o el mundo es teatro, Unamuno

Don Juan de Maraña, Antonio y Manuel Machado

AQUILES

Tiene su antiguo origen en el poema incompleto Aquileida , escrito por Estacio en el siglo I, que contiene una versión del mito del nacimiento de Aquiles que no aparece en otras fuentes: cuando Aquiles nació, Tetis intentó hacerlo inmortal sumergiéndolo en el río Estigia . Sin embargo, su madre lo sostuvo por el talón derecho para sumergirlo en la corriente, por lo que ese preciso punto de su cuerpo quedó vulnerable, siendo la única zona en la que Aquiles podía ser herido en batalla. No está claro si esta versión del mito se conocía anteriormente.

En otra versión de la historia, Tetis ungía al niño con ambrosía y lo ponía al fuego del hogar para quemar las partes mortales de su cuerpo. Fue interrumpida en estos quehaceres por Peleo, que arrancó con violencia al niño de sus manos y este quedó con un talón carbonizado. Tetis, enfurecida, abandonó a ambos.​ Peleo sustituyó el talón quemado de Aquiles por la taba del gigante Dámiso , célebre por su velocidad en la carrera. De ahí que se nombrara a Aquiles como «el de los pies ligeros».

En cualquier caso, durante el asedio de Troya, batalla final de la guerra librada entre griegos y troyanos, Paris mató a Aquiles clavándole una flecha envenenada en el talón.

Muerte de Aquiles

Enterado de la situación, Aquiles sale a luchar ferozmente para vengar la muerte de su amigo, además solicitó a su Hefesto una armadura nueva, y sin importar que estaba escrito que moriría después de la muerte de Héctor, salió a luchar. Luego, de una habilidosa pelea, Aquiles se impone sobre Héctor. Tetis y las otras hijas de Nereo despidieron a Aquiles durante 17 días. Los griegos se hallaban devastados.

Los griegos entraron en conflicto porque no definían quien debía quedarse con la armadura de Aquiles. Odiseo entregó la armadura a Neoptolemo, el hijo de Aquiles. La situación para los griegos seguía siendo compela. Por consejo de Minerva, Epeio, construyó un gigantesco caballo de madera hueca, ocultando en su interior los mejores guerreros griegos.

Los troyanos se convencen de la retirada de los griegos. Se dice que Odiseo se encontró con la sombra de Aquiles en el mundo de las almas. Otro relato asegura que Aquiles sobrevivió junto a Patroclo en la isla de Leuce, una zona paradisíaca del Averno reservada para los grandes héroes.

CUADRO DE AQUILES

Aquiles

Aquiles, hijo de la diosa Tetis y del mortal Peleo, fue uno de los grandes héroes de la mitología griega. De todos los que lucharon en la Guerra de Troya fue el más reconocido. Su papel en la guerra fue decisivo para la victoria de los griegos, pero eso no significaba que pudiese asistir a la caída de Troya. Pese a sus cualidades sobrehumanas, Aquiles era mortal. 

Tetis sabía que su hijo se convertiría en un destacado héroe, pero también sabía que no llegaría a alcanzar la madurez. Con todo el amor que le podía dar, hizo cuanto pudo para cambiar su destino, hasta bañar a su hijo en las aguas de la laguna Estigia que conducía al Averno para hacerle inmortal. Y casi lo consiguió, pero cuando sumergió a su pequeño en el agua, el talón por el que le sujetaba quedó fuera del agua yeso provocó que siguiese siendo mortal. Finalmente fue el «talón de Aquiles» el elemento fatal para el héroe. De acuerdo con otra interpretación, ante el estupor del padre del pequeño, Tetis, trató de hacer inmortal a Aquiles acostándole sobre el fuego durante la noche y frotando su cuerpo con ambrosía a diario.

Otra versión cuenta que Tetis lo ponía al fuego del hogar para quemar las partes mortales de su cuerpo y luego ungía al niño con ambrosía, hasta que fue interrumpida por Peleo, quien le arrebató al niño de sus manos y éste quedó con un talón carbonizado. Enfurecida, Tetis los abandonó a ambos y Peleo sustituyó el talón quemado de Aquiles por la taba del gigante Dámiso, famoso por su gran velocidad. Esta versión también comenta por que le llamaban «el de los pies ligeros».

https://elnacional.com.do/el-mito-del-talon-de-aquiles

Sigfrido

Estrellas difusas: Sigfrido

Sigfrido es uno de los grandes mitos de la literatura universal. Su maravillosa leyenda, ha servido de inspiración a músicos y poetas a lo largo de los siglos.

La leyenda de Sigfrido forma parte de una gran epopeya, muy famosa en los países germánicos, llamada Los Nibelungos (unos enanos que vivían en las entrañas de la Tierra y que tenían muchos tesoros). Aunque se escribió por primera vez en el año 1200, mucho antes los trovadores se encargaron de extenderla por todas partes.

El padre de Sigfrido era muy valiente, y antes de morir dio a su hijo su fantástica espada Balmunga. El joven Sigfrido, valiente como el que más, fue directo hacia lo más profundo del bosque para enfrentarse al malvado dragón Fafner, a quien todo el mundo temía.

Después de una dura lucha, Sigfrido logró matar al dragón. Entonces el héroe se dio cuenta de que tenía sangre del dragón en la mano y se la llevó a los labios en un acto reflejo. En aquel momento, oyó cómo un pajarillo decía que quien se bañara en la sangre del dragón sería invulnerable a todo.

Entonces Sigfrido se rebozó bien en esta sangre, pero la casualidad hizo que se quedara adherida a su espalda una hoja de tilo, lo que quería decir que, al menos en un punto de su cuerpo, era igual al resto de los mortales.

Al cabo de unos años, Sigfrido se casó con Crimilda al tiempo que el hijo del rey, Gunther, lo hizo con Brunilda, la reina de las valkirias. Éstas eran doncellas guerreras encargadas de recoger las almas de los guerreros muertos para conducirlas al paraíso.

Brunilda trataba muy mal a su marido Gunther. Para solucionar el problema, Sigfrido tenía que hacerse con el anillo del Nibelungo, que le permitiría transformar el comportamiento de la altiva dama.

Esta leyenda de Sigfrido, acaba con la inocente muerte del héroe. Pero su memoria logró pervivir gracias a la heroica actitud de su dulce esposa Crimilda, quien no paró hasta vengar la injusta muerte de su marido.

Sigfrido (personaje) - Wikipedia, la enciclopedia libre

http://sigfrido-sifro.blogspot.com/2007/04/sigfrido-la-leyenda-el-mito.html