Adonis y Afrodita

En la mitología griega se supone que Adonis es hijo de Ciniras, rey de Chipre. Tuvo múltiples papeles y su significado y propósito en las creencias religiosas griegas han sido objeto de mucha investigación a lo largo de los siglos.

Afrodita en la mitología griega es la diosa de la belleza y el amor. Su equivalente romano es Venus.

El joven Adonis resultó sumamente hermoso, hasta el punto de que la diosa Afrodita se enamoró de él locamente. En una ocasión en la que Adonis se fue de caza, desafortunadamente, lo mató un jabalí salvaje.

Otras versiones cuentan que el jabalí era el amante celoso de Afrodita, Ares. Afrodita roció néctar sobre su cuerpo, de forma que su cada gota de su sangre se convirtió en una flor roja llamada anémona. Cuando Afrodita corrió a socorrerlese hirió con unas zarzas y sus gotas de sangre se transformaron en unas flores parecidas a las rosas que se llamaron «adonis».

Ares en la mitología griega es el dios olímpico de la guerra. Es hiji de Zeus y Hera. Como dios de la virilidad masculina, a lo largo de la mitología se han contabilizado una trintrna de amantes mujeres, con una dedcendencia de alrededor de 60 hijos, siendo Afrodita su amante preferida, su sanadora y aliada en guerra.


CIRCE

Circe es muy conocida por la participación que tiene en el desarrollo de la famosa épica de Homero, la Odisea, pero también tiene un papel en las leyendas de los Argonautas.

Su padre es Helios (el sol), y su madre es Perseis, en algunas tradiciones, aunque en otras su madre es Hécate. Es hermana de Eetes -rey de Cólquide y guardían del Vellocino de Oro- y por lo tanto es tía de Medea. También es hermana de Pasífae, esposa de Minos.

Su vivienda está en la isla de Ea, la cual aparentemente corresponde hoy a la península llamada monte Circeo. Circe es considerada una maga muy poderosa.

Odiseo (Ulises, en la tradición latina) llega a esta isla de Circe, después de estar en el país de los lestrigones. La mitad de sus hombres son enviados a hacer un reconocimiento de la isla, al mando de Euríloco. Todos se adentran en la isla, y llegan a un valle, donde hay un palacio brillante.

Todos entran, excepto Euríloco quien prefiere quedarse montando guardia. Circe, que es la dueña del palacio, recibe calurosa y hospitalariamente a los griegos, y los invita a un banquete. Euríloco es testigo de que una vez que sus amigos han probado el brebaje, Circe los toca con una varita y los convierte en animales diversos, como leones, cerdos y perros, dependiendo de la naturaleza verdadera de cada uno.

Una vez hecho esto, Circe encierra a todos en unos establos llenos de animales similares. Al ver esto, Euríloco escapa y va a contarle a Odiseo todo lo que ha visto. Odiseo decide ir a rescatar a sus hombres, y mientras pensaba en un plan, se le aparece Hermes (mensajero de los dioses) y le da el secreto para vencer las artes mágicas de Circe: debe agregar una planta llamada moly que el entrega Hermes, a cualquier brebaje que ella le dé y así estará a salvo.

Así, Odiseo se presenta ante Circe que hace lo mismo que había hecho con sus compañeros y le ofrece de beber. Odiseo acepta, pero antes agrega la planta molly al brebaje, por lo que cuando Circe intenta convertirlo en animal con su varita, no sucede nada.

Odiseo saca su espada y le hace jurar a Circe que no le hará daño y que liberará a sus hombres. Hecho esto, Odiseo se queda con Circe un año de placeres (aunque para otros es un mes), pero nunca olvida a Penélope. Circe tiene con Odiseo a Telégono y a Casífone. Según algunas versiones también tuvo a Latino. Además, Circe es madre de Fauno quien nació de su unión con Zeus.

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Circe con la pócima y su varita recibiendo a los hombres de Ulises

Faetón

Mito de Metamorfosis de Ovido

Faetón era hijo de Helios y Climene.  Cuando Faetón era joven, su amigo Epafo le dijo que no era hijo del dios del sol y que su madre le había mentido sobre su origen. Esta, por el contrario, le juró a su hijo que sí lo era y le dijo dónde podría encon­trarle.

Faetón salió a buscar a su padre y finalmente lo visitó en su reluciente palacio en la parte oriental del mundo, que había sido lujosamente decorado con oro, plata y marfil. El dios del sol le dio una cálida bienvenida y Faetón le pidió una prueba irrefutable de que era su padre. Helios juró por la laguna Estigia que llevaba al mundo de los muertos que estaba preparado para darle a su hijo lo que quisiese. Entonces el joven le pidió montar en su cuadriga y recorrer los cielos durante un día. Helios lamentó haber hecho la pro­mesa, pero ya no podía dar marcha atrás y sólo le aconsejó tener cuidado, porque se exponía a sí mismo y al mundo a un gran peligro, ya que sólo Helios sabía dirigir su cuadriga y los caballos que la llevaban. Pero Faetón, entusiasmado, no quiso oír a su padre y éste le cedió la cuadriga.

Los cuatro caballos que despedían fuego fueron enjaezados y Helios le pidió a su hijo que no les dejase correr en exceso, ni volar demasiado bajo o demasiado alto. Inmediatamente después de partir perdió el control de las riendas y la cuadriga se desvió, causando el pánico entre las constelaciones del firmamento. Poco a poco se aproximó a la superficie de la tierra, abra­sando ciudades, países y montañas. Los ríos se secaron, se formaron los desiertos y la piel de los etíopes se oscureció. El rey de los dioses sabía que había que intervenir rápido y derribó al auriga con uno de sus rayos. El joven fue a parar al río Eridano  y se mató.

Helios se entristeció mucho al oír que su hijo había muerto y, como consecuencia, la tierra pasó un día en penumbra.

Escila

Mito de Metamorfosis de Ovido

Escila fue una vez una hermosa ninfa.El dios marino Glauco, anteriormente un pescador, se enamoró de ella, pero ella huyó de él hacia la tierra, donde no podía alcanzarla. Desesperado, Glauco fue a la isla de la diosa hechicera Circe, para que le preparase una poción de amor y así derretir el corazón de la joven. Circe, que estaba secretamente enamorada de Glauco, le recomendó dedicar su amor a alguien más digno de él, intentando cortejarlo con dulces palabras y miradas, pero el dios no quiso saber nada de ella. Circe se enfureció tanto, mas con Escila que con Glauco, fingió ayudar al dios entregándole un frasco, recomendándole que lo vertiese en la charca donde Escila solía bañarse. Glauco siguió sus instrucciones y vertió la poción; en cambio, tan pronto como la ninfa entró en el agua se transformó en un horrible monstruo de seis cabezas perrunas. Glauco, que vigilaba esa triste escena desde la lejanía, perdió su interés por ella y se marchó llorando amargamente.

Narciso

Ovidio cuenta que un día la ninfa Eco se enamoró de Narciso debido a su belleza. Al tratar de hablar con él, descubrió que tan solo era capaz de repetir la última palabra que salía por la boca del joven. Narciso, irritado, cuando Eco se dejó ver y fue hacia él, la despreció sin compasión. Entonces Eco se retiró a un lugar escondido del bosque donde, entre lamentos, poco a poco fue dejando de comer hasta que tan solo quedó de su cuerpo su voz amarga, repitiendo la última palabra de lo que se oía en el bosque. Por otra parte, Némesis escuchó las súplicas de las ninfas y doncellas para que Narciso sintiese lo mismo que ellas con sus ofensas. Así, hizo que el joven se enamorase de su propio rostro reflejado en una fuente a la que acudió tras una cacería. Al ver que no podía alcanzar la imagen pues cada vez que trataba de tocarla desaparecía, permaneció durante mucho tiempo inmóvil contemplándola. Así fue hasta que Narciso murió y en su lugar apareció una flor blanca y morada, a la que se le dio su nombre.

Presentación de los personajes:

-Eco: era una ninfa de los bosques a la que se atribuye en forma de leyendas el origen del eco. Tenía el afán de hablar porque amaba su voz y siempre trataba de tener la última palabra. En la mitología griega, era la ninfa preferida de Hera. Un día, a pesar de que Eco trató de entretenerle, descubrió a su esposo Zeus con las demás ninfas. Por lo tanto, Hera la castigó otorgándole la voz únicamente para decir la última palabra.
-Narciso: era un joven muy hermoso que no valoraba el amor que muchas ninfas y doncellas sentían por él. Según la versión de Ovidio en la Metamorfosis, era hijo del dios del Cefiso y de una ninfa llamada Liríope. El adivino Tiresias les dijo que Narciso «viviría hasta viejo si no se contemplaba a sí mismo».

BATO

Bato era un pastor que trabajaba en los bosques del rey Neleo. Cuando Hermes, siendo joven, robó el rebaño a Apolo, Bato fue el único testigo de tal suceso. Debido a ello, Hermes, temeroso de que le denunciase le ofreció un ternero a cambio de su silencio, y Bato aceptó gustoso el trato.

Sin embargo, Hermes, que era sumamente cuidadoso y muy prudente, sospechó que el pastor no le sería muy fiel, así que adoptó otra forma humana y se acercó a Bato ofreciéndole un buey y un vestido completo a cambio de que le indicase lo sucedido y el lugar exacto donde Hermes había escondido los rebaños.

Bato no tardó en contarlo todo. Hermes, sumamente indignado por lo ocurrido, lo convirtió en piedra de toque, indiscreta como Bato y que no sabe ocultar nada porque pone de manifiesto la naturaleza de los metales al frotarlos con su superficie.

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Bato y Hermes con el rebaño de Apolo 

MITO DE ORFEO

Orfeo era el hijo de Apolo y Calíope, aunque hay otros estudiosos que aseguran que realmente era el hijo de Eagro, el rey de Tracia. Orfeo era cantante y músico, con una capacidad increíble para conmover a todo ser vivo, tanto animales como personas, siendo ésta una de sus características principales.

Se dice que acompañó a Jasón y a los Argonautas en la búsqueda del Vellocino de Oro, pero también en muchas otras gestas como neutralizar el canto de las sirenas, quienes con sus cantos embelesaban a los marineros y les llevaban hacia la muerte, ahogándolos. Asimismo era requerido en muchas situaciones de pelea, donde con sus cantos conseguía apaciguar los ánimos.

Después del viaje con Jasón y los argonautas, Orfeo regresó a Tracia, lugar donde encontró a una ninfa llamada Eurídice, de la cual cayó completamente enamorado, y el sentimiento era recíproco. Con el paso del tiempo decidieron casarse y Orfeoinvitó a Himeneo, dios del matrimonio.

 El mismo día de la boda una serpiente venenosa mordió a Eurídice, provocándole la muerte, con lo que Orfeo, al no poder resistir tanto dolor, bajó al mundo de los muertos para pedirle personalmente a Hades, dios del inframundo, que se la devolviera. Lo hizo de la mejor manera que sabía, con sus cantos y melodías. Logró convencer a Hades y este la dejó marchar con Orfeo con la condición de que este no mirase hacia atrás cuando se fueran.

Eurídice y Orfeo estaban saliendo del inframundo, pero ella iba más lenta debido a la picadura de la serpiente y en un momento Orfeo miró hacia atrás y Eurídice se desvaneció. Él no se lo podía creer y volvió a entrar, pero esta vez, Caronte, el barquero de la laguna Estigia no le dejó pasar y tuvo que aceptar que la había perdido para siempre.

Orfeo regresó a Tracia y decidió que no quería saber nada más de mujeres, algo que no gustó nada a las Ménades, con quien había tenido relaciones en las fiestas en honor a Baco. Estas decidieron atacarlo y  consiguieron despedazarle, aunque dejaron su cabeza intacta y la tiraron a un río (Hebro) junto a su lira y la corriente se encargó de llevarla al mar. Cerca de la isla de Lesbos una serpiente iba a comerse la cabeza de Orfeo, pero Apolo la transformó en una roca.

La lira de Orfeo se quedó en el cielo como constelación y su alma encontró a Eudírice en el mundo de los muertos y desde entonces pudieron estar juntos el tiempo que no pudieron estar unidos en vida.

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El momento en el que Eurídice desaparece ante los ojos de Orfeo
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Orfeo y Eurídice

Dafne

Mito de Metamorfosis de Ovido

Apolo se burló de Eros diciendo que era un niño para estar jugando con flechas, puesto que eran armas que debían ser utilizadas por guerreros como él. Eros irritado lanzó dos flechas de material e intenciones diferentes: una de oro a Apolo, que le causó una gran atracción y enamoramiento hacia Dafne, y otra de plomo para esta, que provocó un total rechazo a Apolo. 
Cuando este vio a Dafne quiso atraparla, y la perseguía mientras ella huía de él. Cuando la Peneia vio que los dioses estaban de parte de Apolo, en su huida, pidió a Peneo, su padre, que la ayudara. Este la convirtió en laurel. Apolo, que en el tronco de este árbol sentía el corazón de Dafne palpitar, hizo que se le adjudicara el laurel como su planta consagrada. 

Dato curioso: ‘Dafne’ significa ‘laurel’ en griego.

Jacinto

Mito de Metamorfosis de Ovido

Apolo se había enamorado de un hermoso joven que se llamaba Jacinto. El dios y su amante estaban jugando a lanzarse el disco el uno al otro, cuando Apolo, para demostrar su poder e impresionar al muchacho, lo lanzó con todas sus fuerzas. Jacinto trató también de impresionar a su divino compañero e intentó atraparlo, pero el disco lo golpeó y lo hirió de muerte. Otra versión del mito añade que la belleza del chico había provocado una disputa amorosa entre Apolo y Céfiro. Como Jacinto prefirió a Apolo, Céfiro, celoso, desvió el disco con la intención de herir y matar a al joven.

Mientras el joven agonizaba, Apolo no permitió que Hades, el dios de los muertos, reclamara al muchacho y de la sangre derramada hizo brotar una flor: el jacinto. Las lágrimas de Apolo cayeron sobre los pétalos de la flor y la convirtieron en una señal de luto. En algunas variaciones Céfiro tiene una forma física y en castigo Apolo lo convierte en viento para que no dañe a nadie más.