Poesía Simbolista

Poema de Mallarmé:

Las cuatro estaciones

1. Resurgir

Primavera enfermiza tristemente ha expulsado
Al invierno, estación de arte sereno, lúcido,
Y, en mi ser presidido por la sangre sombría,
La impotencia se estira en un largo bostezo.

Unos blancos crepúsculos se entibian en mi cráneo
Que un cerco férreo ciñe como a una vieja tumba
Y triste, tras un sueño bello y etéreo, vago
Por campos do la inmensa savia se pavonea.

Luego caigo enervado de perfumes arbóreos,
Cavando con mi rostro una fosa a mi sueño,
Mordiendo el suelo cálido donde crecen las lilas,

Espero que, al hundirme, mi desgana se alce…
-Mientras, el Azur ríe sobre el seto y despierta
Tanto pájaro en flor que al sol gorgea-.

2. Tristeza de verano

El sol, sobre la arena, luchadora durmiente,
Calienta un baño lánguido en tu pelo de oro
Y, consumiendo incienso sobre tu hostil mejilla,
Con las lágrimas mezcla un brebaje amoroso.

De ese blanco flameo esa inmutable calma
Te ha hecho, triste, decir -oh, mis besos miedosos-:
«¡Nunca seremos una sola momia
Bajo el desierto antiguo y felices palmeras!»

¡Pero tu cabellera es un río tibio,
Donde ahogar sin temblores el alma obsesionante
Y encontrar esa Nada desconocida, tuya!

Yo probaré el afeite llorado por tus párpados,
Por ver si sabe dar al corazón que heriste
La insensibilidad del azur y las piedras.

3. Suspiro

Mi alma hacia tu frente donde sueña
Un otoño alfombrado de pecas, calma hermana,
Y hacia el errante cielo de tus ojos angélicos
Asciende, como en un melancólico parque,
Fiel, un surtidor blanco suspira hacia el azul.
-Hacia el Azur eternecido de octubre puro y pálido
Que mira en los estanques su languidez sin fin
Y deja, sobre el agua muerta do la salvaje
Agonía de las hojas yerra al viento y excava un frío surco,
Arrastrarse al sol gualda de un larguisimo rayo.

4. Invierno

¡El virgen, el vivaz y bello día de hoy
Da un aletazo ebrio va a desgarrarnos este
Lago duro olvidado que persigue debajo de la escarcha
El glaciar transparente de los vuelos no huidos!

Un cisne de otro tiempo se acuerda de que él es
Quien, aun sin esperanza, magnífico se libra
Por no haber cantado la región do vivir
Cuando ha esplendido el tedio del estéril inviemo.

Sacudirá su cuello entero esta blanca agonía
Por el espacio impuesto al ave que lo niega,
Mas no el horror del suelo que aprisiona al plumaje.

Fantasma que su puro destello a este lugar asigna,
Se aquieta en el ensueño helado del desprecio
Que entre su exilio inútil viste el Cisne.

Las 4 estaciones, un libro de fotografía repleto de consejos para  fotografiar cada día del año | Fotografo digital y tutoriales Photoshop

Poema de Verlaine:

Mujer y gata:

Ella jugaba con su gata
y era una maravilla ver
la blanca mano con la blanca pata
luchando en las sombras del atardecer.

Y con intenciones taimadas
en sus mitones se escondían
sus uñas de ágata afiladas
que como navajas fulgían.

La otra se hacía la mimosa
y hundía sus uñitas rosa,
pero el diablo poco perdía…

Y en la sombra del cuarto, en que vibraban
sus risas en sonora melodía,
cuatro puntos de fósforo brillaban.

Imágenes de Mujer Gato | Vectores, fotos de stock y PSD gratuitos

Poema de Baudelaire:

I

En mi cabeza se pasea,
como en su propio aposento,
un bello gato fuerte, suave y encantador.
Cuando maúlla, apenas se le oye,
de tan tierno y discreto que es su timbre;
pero su voz, ya se apacigüe o gruña,
es siempre rica y profunda.
Ahí está su atractivo y su secreto.
Esta voz, que gotea y se filtra
en mi interior más tenebroso,
me invade como un verso cadencioso
y me refocila como un bebedizo.
Ella adormece los dolores más crueles
y contiene todos los éxtasis;
para decir las frases más largas
no necesita palabras.
No, no hay arco que rasque
mi corazón, instrumento perfecto,
y que haga con más majestad
cantar su cuerda más vibrante,
que tu voz, gato misterioso,
gato seráfico, gato extraño,
en quien todo, como en un ángel,
es tan sutil como armonioso.

11 cosas por las que amas a tu gato y no lo sabías (o quizá sí) - Los  Angeles Times

Poema de Rimbaud:

Cabeza de Fauno

En la enramada que, florecida e incierta,
es verde estuche de oro recamado
de flores donde duerme el beso, alerta
y mirando el primor de su bordado,

sus ojos alocados el fauno ostenta;
muerden sus dientes en la flor de llamas,
y como un vino añejo es su sangrienta
boca al sembrar sus risas entre ramas.

Deja, al huir como la ardilla adusta,
perlerías de risa en cada hoja,
y hace que, atento a un vuelo que le asusta.

Poemas de Walt Withman y Emily Dickinson

2 Poemas de Walt Whitman:

Tu mirada:

Me miraste a los ojos, penetrando,
en lo más profundo de mi alma.
El cristal azul de tus pupilas,
me mostraba, mi imagen reflejada.

Me miraste y pediste temblorosa
que un te amo, saliera de mis labios,
pero ellos ya no tienen más palabras
pues los golpes de la vida los han cerrado.

Me miraste y tu pelo se erizaba,
y una gota redonda en tu pupila
que brotó, de un corazón roto
y cayó recorriendo tu mejilla.

Me miraste y tu rostro empapado
me exigía una palabra, una respuesta,
y mentí diciéndote te amo
por ganar de tu cara una sonrisa.

Sus Ojos Azules No Son Realmente Azules – Clinica de Ojos – Dr. Macias

¡Oh Capitán! ¡mi Capitán!

¡Oh Capitán! ¡mi Capitán! nuestro terrible viaje ha terminado,
el barco se ha curtido con cada retorcerse, el premio que buscábamos se ha conseguido,
el puerto está cerca, las campanas escucho, la gente toda exultante,
mientras sigue con la mirada la firme quilla, la triste y valiente nave;
                            pero ¡Oh corazón! ¡corazón! ¡corazón!
                             oh esas rojizas gotas sangrando,
                               donde en la cubierta mi Capitán yace,
                                 derrotado, frío y muerto.

¡Oh Capitán! ¡mi Capitán! levántate y escucha las campanas;
levanta— por ti se ha izado la bandera— por ti la corneta trina,
para ti los ramos y coronas encintadas— por ti la orilla abarrotándose,
por ti aclama, la oscilante masa, sus ansiosas caras volviéndose;
                            ¡Aquí Capitán! ¡querido padre!
                              ¡Ten este brazo bajo tu cabeza!
                                Es algún sueño que sobre la cubierta,
                                  hayas caído frío y muerto.

Mi Capitán no responde, sus labios están pálidos e inmóviles,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
el barco está anclado sano y salvo, su viaje realizado y concluido,
de una terrible travesía el victorioso barco se presenta con el objetivo cumplido;
                             ¡Exultad oh costas, y tocad oh campanas!
                               pero yo con mi triste andar,
                                 camino por la cubierta donde mi Capitán yace,
                                   derrotado, frío y muerto.

Con 86 años y sin pensar en la jubilación - Pontevedra Viva

2 Poemas de Emily Dickinson:

Poema 128

Dame el ocaso en una copa,
enumérame los frascos de la mañana
y dime cuánto hay de rocío,
dime cuán lejos la mañana salta
dime a qué hora duerme el tejedor
que tejió el espacio azul.

Escríbeme cuántas notas habrá
en el nuevo éxtasis del tordo
entre asombradas ramas
cuántos caminos recorre la tortuga
cuántas copas la abeja comparte,
disoluta del rocío.

También, ¿quién puso la base del arco iris,
también, quién guía las esferas dóciles
por juncos de azul flexible?
¿Qué dedos atan las estalactitas
quién cuenta la plata de la noche
para saber si nadie está en deuda?

¿Quién edificó esta casita albana
y cerró herméticamente las ventanas
que mi espíritu no puede ver?
¿Quién me dejará salir un día de gala
con implementos de vuelo,
fugaz pomposidad?

Sin lluvia no hay arco iris

En mi flor me he escondido

En mi flor me he escondido
para que, si en el pecho me llevases,
sin sospecharlo tú también allí estuviera…
Y sabrán lo demás sólo los ángeles.
En mi flor me he escondido
para que, al deslizarme de tu vaso,
tú, sin saberlo, sientas
casi la soledad que te he dejado.

El increíble significado de las 15 flores más bellas del mundo -  Significados

Bibliografía:

https://poemas.yavendras.com/emily-dickinson/

https://poemas.yavendras.com/walt-whitman/

William Wilson de Edgar Allan Poe

Resumen:

El protagonista se da a sí mismo el pseudónimo de William Wilson porque no quiere que su nombre ensucie la página en la que escribe. No le interesa hablar de sus últimas malas acciones. Prefiere, por el contrario, contar cómo es que se volvió malvado, algo que, a diferencia del resto de los hombres, le pasó más bien rápido. Ahora se encuentra cerca de morir y quiere que alguien simpatice con él y reconozca que sus errores se deben a que fue “esclavo de circunstancias más allá del alcance del control humano”.

William hereda el carácter excitable de su familia y, desde pequeño, es temperamental y egoísta. Le debe a sus padres, de carácter débil e incapaces de controlarlo, el hecho de haber podido hacer siempre lo que le diera la gana. De niño asiste al colegio en una gran casa isabelina ubicada en una aldea tranquila. El Dr. Bransby es tanto pastor como director de la escuela, y resulta sorprendente cómo conviven en él la faceta de clérigo benévolo con su rol de autoridad.

En la escuela, William se siente superior a sus compañeros y disfruta sentir que lo obedecen, pero una excepción entre ellos le presenta un desafío a su estatus. Se trata de un chico que llega a la escuela el mismo día que él y con el que comparte nombre y día de cumpleaños. Sin embargo, ellos no están emparentados por su familia. La desobediencia y facilidad con la que se pone a su altura hacen que se sienta avergonzado. Sin embargo, no es un rival que parezca querer derrotarlo. Por el contrario, parece guardarle afecto y en sus contiendas cotidianas suele dejarlo ganar. Esto último irrita profundamente a William que, aunque no puede evitar mantenerse lejos suyo, poco a poco comienza a resentirse con él y a odiarlo.

Ambos jóvenes gustan jugarse bromas pesadas. Las del narrador suelen fracasar en hacer sentir mal a su rival, salvo aquellas en las que se mofa de que hable en susurros por una afección en la voz. Más allá de esta característica sus voces son muy parecidas. Por su parte, su pequeño rival se concentra en la exasperante incomodidad que le despiertan al narrador los parecidos entre ambos. Físicamente son tan parecidos que parecen hermanos. Esto lleva al narrador a imitar sus ademanes y su comportamiento, aunque el resto de sus compañeros parece no percatarse. Además, tiene por costumbre darle consejos a William, aunque a él le molesta. Eventualmente, los ambiguos sentimientos para con su amigo se convierten en un odio abierto y el otro, al darse cuenta, comienza a evitarlo.

Un día, tras un violento altercado con él, unos extraños recuerdos de su primera infancia se despiertan en el narrador. Siente como si se conocieran hace mucho, pero la sensación lo perturba, así que decide ignorarla.

Tiempo después, hacia el final de su quinto año de estudios, el narrador planea una broma para asustar a su rival durante la noche. Cuando todos duermen, se dirige con una lámpara de mano a la habitación de la víctima y, una vez allí, se acerca a la cama, donde él duerme. Sin embargo, en el preciso instante en que lo encuentra dormido, observa su rostro en penumbras y el parecido con su propia persona lo sorprende tanto que aterrado, y con un estremecimiento, el narrador abandona la escuela y no vuelve nunca más.

Meses más tarde, William se inscribe en otro colegio. Para entonces ya no piensa en el otro muchacho, y se entrega a una vida de excesos. Tres años más tarde ofrece una fiesta secreta en su habitación y, al amanecer, un sirviente le avisa que alguien desea hablar con él. Curioso, William se asoma al vestíbulo y encuentra a un joven vestido igual que él, quien lo toma del brazo y le susurra al oído “William Wilson”. En ese momento, su borrachera desaparece en el acto y, mientras se recupera de la conmoción, el visitante aprovecha para escapar. Tras este episodio, William permanece semanas, angustiado, averiguando la identidad del intruso, hasta que descubre que su viejo rival de la infancia ha dejado la escuela por un accidente familiar el mismo día que él.

William se muda a Oxford para continuar sus estudios. Allí se entrega a una vida de lujos, mantenido por su padre, mientras se entrega cada día más al vicio y el libertinaje. Comienza a apostar, lo que le permite acaudalar más ingresos a partir de lo que le gana a sus compañeros. Es así como, dos años después, conoce a un noble y joven rico llamado Glendinning, a quien juzga lo suficientemente estúpido como para quitarle mucho dinero mediante el juego. Para ello, lo invita a una fiesta en la que lo embriaga y, tras dejarle ganar algunas manos, lo motiva a realizar apuestas cada vez más grandes, hasta ganarle y dejarlo en la ruina. Esto provoca que el resto de los invitados se compadezca con el joven y resienta con William.

Sin embargo, una visita inesperada arruina los planes del narrador: un desconocido ingresa inesperadamente en la habitación y les hace saber que William hacía trampa, escondiendo las cartas ganadoras en un bolsillo de su manga. Luego de confirmar la acusación, el anfitrión le pide al narrador que se retire, no sin antes devolverle su capa y diciéndole que debe irse de Oxford. William está por replicarle cuando descubre que ya traía su capa consigo y que la que le ofrece el anfitrión es idéntica a la suya. La posibilidad de que su rival del pasado lo haya expuesto en la estafa lo conmociona, y William se va de Oxford en una verdadera agonía de horror y vergüenza

A partir de entonces, William escapa de Inglaterra y se dedica a recorrer el continente pero, en cada lugar donde va, su archienemigo y genio malvado lo encuentra y expone en sus malas acciones. Abatido, cae primero en el alcoholismo, pero luego comienza a recuperar su naturaleza rebelde y decide confrontar a su némesis.

Un noche, durante un baile de disfraces celebrado por el anciano duque Di Broglio en Roma, el narrador intenta seducir a su esposa cuando su viejo rival se le aparece. Aunque el doble viste prendas idénticas a las suyas, y una máscara le cubre el rostro, William lo reconoce de inmediato por sus característicos susurros. Luego de insultarlo, lo arrastra a una habitación vacía, donde se baten a un duelo de espadas. Finalmente vence y consigue apuñalarlo numerosas veces, hasta que alguien los interrumpe intentando abrir la puerta. El narrador desvía la mirada de su oponente mientras se dirige a la puerta para bloquearla.

Al volver a su tarea, descubre un cambio material en la disposición del extremo más alejado del cuarto. Allí donde había apuñalado a su enemigo, un espejo hasta entonces inexistente lo muestra a él mismo mismo desangrándose. Sin embargo, la visión desaparece y en su lugar vuelve a encontrar al doble, que finalmente revela un rostro idéntico al suyo. En ese momento, una voz igual a la suya admite que finalmente lo ha derrotado, pero que, al hacerlo, se ha asesinado a sí mismo.

De otros mundos: Poe / William Wilson

Bibliografía: https://www.gradesaver.com/cuentos-de-edgar-allan-poe/guia-de-estudio/summary-william-wilson

Los Miserables de Victor Hugo

Los Miserables es una de las obras fundamentales de su autor, Víctor Hugo, y es considerada como una de las grandes novelas del siglo XIX, paradigma del Romanticismo francés y que analiza, sin dar tregua al lector, la sociedad francesa de su época. Ambientada durante los sucesos de la Rebelión de junio de 1832, Víctor Hugo presenta gran parte de su propio ideario político.

Esta obra es una magistral crónica de la historia de Francia en la primera mitad del XIX, desde Waterloo hasta las barricadas de 1848, Víctor Hugo buscó voluntariamente con Los Miserables un género literario a la medida del hombre y del mundo moderno, una novela total. No en balde, concluye así: «… mientras haya en la tierra ignorancia y miseria, libros como este podrían no ser inútiles».

Resumen:

Jean Valjean, un ex convicto al que encerraron durante veinte años por robar un pedazo de pan, se convierte en un hombre ejemplar que lucha contra la miseria y la injusticia y que empeña su vida en cuidar a la hija de una mujer que ha debido prostituirse para salvar a la niña. Así, Jean Valjean se ve obligado a cambiar varias veces de nombre, es apresado, se fuga y reaparece. Al mismo tiempo, debe eludir al comisario Javert, un policía inflexible que lo persigue convencido de que tiene cuentas pendientes con la justicia. 

El enfrentamiento entre ambos se produce durante las revueltas de 1832 en París, donde, en las barricadas, un grupo de jóvenes idealistas planta cara al ejército en defensa de la libertad. Y, entre todo ello, historias de amor, de sacrificio, de redención, de amistad… El progreso, la ley, el alma, Dios, la Revolución francesa, la prisión, el contrato social, el crimen, las cloacas de París, el idilio amoroso, el maltrato, la pobreza, la justicia… todo tiene cabida en la más extensa y famosa obra de Víctor Hugo, Los Miserables

Fragmento de la película Los Miserables:

https://www.youtube.com/watch?v=xOyrZSaeZa0

6 Datos sobre Drácula:

1) Aunque parece una historia ficticia, Drácula tiene un amplio componente de realidad. La trama se basa en Vlad Draculea, más conocido como ‘El Empalador’.

2) Stoker tardó meses en elaborar una historia que refleje la real crueldad con la que ‘El Empalador’ se desempeñaba. Para ello entrevistó a distintos personajes e incluso visitó lugares históricos de Rumania.

3) Si bien Drácula es su obra más destacada, la realidad es que esta surge luego de una colección de cuentos titulada El invitado de Drácula.

4) Esta novela epistolar revolucionó la literatura de la época, no solo por su temática sino también por la forma en que se ordenó la redacción. Hasta el momento, ninguna novela se había presentado de esta forma, sin un narrador presente y con sucesos relatados a través de cartas.

5) Uno de los personajes más destacados de la novela, el doctor Abraham Van Helsing, también se inspira en una historia real. En este caso, Stoker toma la historia del médico holandés Gerard van Swieten para dar vida a Van Helsing.

6) Oscar Wilde la identificó como “la obra de terror mejor escrita de todos los tiempos”.

El arte en Dracula de Coppola - Hit Film Academy
Lucy en la película de Drácula

Fragmento de Don Juan Tenorio de José Zorrilla

En Roma, a mi apuesta fiel,
fijé entre hostil y amatorio,
en mi puerta este cartel:
Aquí está don Juan Tenorio
para quien quiera algo de él.

De aquellos días la historia
a relataros renuncio;
remítome a la memoria
que dejé allí, y de mi gloria
podéis juzgar por mi anuncio.
Las romanas caprichosas,
las costumbres licenciosas,
yo gallardo y calavera,
¿quién a cuento redujera
mis empresas amorosas?
Salí de Roma por fin
como os podéis figurar,
con un disfraz harto ruin
y a lomos de un mal rocín,
pues me quería ahorcar.
Fui al ejército de España;
mas todos paisanos míos,
soldados y en tierra extraña,
dejé pronto su compaña
tras cinco o seis desafíos.
Nápoles, rico vergel
de amor, de placer emporio,
vio en mi segundo cartel:
Aquí está don Juan Tenorio,
y no hay hombre para él.
Desde la princesa altiva
a la que pesca en ruin barca,
no hay hembra a quien no suscriba,
y cualquier empresa abarca
si en oro o valor estriba.
Búsquenle los reñidores;
cérquenle los jugadores;
quien se precie que le ataje,
a ver si hay quien le aventaje
en juego, en lid o en amores.

Don Juan Tenorio - Wikipedia, la enciclopedia libre

Listado de libros sobre el Don Juan:

Don Juan y Fausto, Albert Lortzing y Christian Dietrich

El Burlador de Sevilla, Tirso de Molina

Don Juan Tenorio, José Zorrilla

Don Juan, Molière

Don Juan de Maraña, Alexandre Dumas

Las sonatas/Marqués de Bradomin, Valle-Inclán

Les exploits d’un jeune, Apollinaire

Don Juan, Azorín

El hermano Juan o el mundo es teatro, Unamuno

Don Juan de Maraña, Antonio y Manuel Machado

Los teatros ingleses:

    A principios del S.XVI la vida teatral  londinense estaba en manos de compañías ambulantes, los llamados “cómicos de la legua”, gentes de malas costumbres según la mentalidad puritana de la época. En el 1576 fueron expulsados de Londres.

        La creciente afición teatral hizo que se crearan teatros fijos y que se dignificara la figura de los cómicos. Las compañías teatrales empezaron a gozar de la protección de los reyes y de los nobles.  

        A finales del S.XVI existían ocho teatros en la ciudad. Se trataba de edificios abiertos (siguiendo el modelo de los patios de posada, donde los actores instalaban unos tablados muy simples para la representación de sus obras). Estos nuevos edificios eran cuadrados u octogonales, con tres plantas que guardaban en su interior un escenario al aire libre. Los espectadores, pertenecían a todas las clases sociales, pero no se mezclaban: había galerías cubiertas para el público más rico; los espectadores más pobres ocupaban la parte descubierta, delante del tablado donde se representaba la obra. El escenario era una simple plataforma elevada y muy amplia, con un techo. Se piensa que estos teatros podía llegar a albergar a tres mil espectadores.

     No había apenas  decorados, lo que se suplía con  la imaginación de los espectadores y con la aparatosidad del vestuario, con frecuencia heredado de algún noble que hubiera muerto, ya que los actores solían estar bajo la protección  de un noble. La iluminación era natural y a diferencia del teatro español, las mujeres no podían actuar y  los personajes femeninos eran desempeñados por hombres.

Vídeo de la película Shakespeare in love donde se ve el teatro: https://youtu.be/4YFPlV5J28M


Obra de Teatro - Concepto, origen, características y elementos
Teatro inglés

Bibliografía: https://sites.google.com/site/lenguaenliteratura/el-teatro-ingles-isabelino-shakespeare

Poema sobre el paso del tiempo

Luis Cernuda, Los espinos:

  Verdor nuevo los espinos
                                                                    Tienen ya por la colina,
                                                                    Toda de púrpura y nieve
                                                                    En el aire estremecida.

                                                                    Cuántos ciclos florecidos
                                                                    Les has visto; aunque a la cita
                                                                    Ellos serán siempre fieles,
                                                                    Tú no lo serás un día.

                                                                    Antes que la sombra caiga,
                                                                    Aprende cómo es la dicha
                                                                    Ante los espinos blancos
                                                                    Y rojos en flor. Ve. Mira.

Espino Blanco, Espino Albar o Majuelo

Personajes shakespearianos, Yago y Otelo.

Otelo:

Otelo es una de las obras más conocidas de Shakespeare. Es un drama sobre los efectos de los celos.

Otelo es un general de Venecia en la época más poderosa del imperio veneciano. Tras triunfar en varias batallas es nombrado gobernador de Chipre, que pertenecía en esa época a Venecia. Se casa con la hija de un rico veneciano llamada Desdémona.

El matrimonio es muy feliz en los inicios. Otelo está profundamente enamorado de Desdémona por su feminidad y dulzura y ella a su vez de su masculinidad y fortaleza. Ambos se instalan en Chipre en el Palacio del Gobernador.

Yago:

El tercer gran protagonista de Otelo es Yago. Es un subordinado de Otelo que quiere destruirle. Toma como aliado a Rodrigo que está enamorado de Desdemona, que se siente muy frustrado por haber sido rechazado por ella y que además, Desdémona haya preferido a Otelo que es un moro de piel oscura.

La estrategia de Yago es hacer que Otelo se ponga muy celoso. Para ello lo primero que hace es inducir sospechas sobre una relación adultera entre Casio, el número dos del gobierno de Chipre, y la propia Desdémona. Roba a Desdemona un pañuelo que había sido regalado en un momento muy especial por Otelo y lo introduce en las habitaciones de Casio. De esta manera empieza a sembrar en Otelo dudas sobre la fidelidad de su mujer. Otelo es un hombre directo, muy posesivo y excesivamente apasionado. El amor loco que siente por su mujer, unido a una cierta inseguridad por el color de su piel, hace que empiece a creerse las acusaciones de Yago, que utiliza estratagemas muy diversas.

Yago es tramposo y siempre actúa con mala fe.

Llegan noticias de Venecia. Casio ha sido nombrado gobernador y a Otelo se le asigna un nuevo puesto. Otelo humilla a su mujer en público y la agrede físicamente. Esta siempre extraordinariamente nervioso y agitado y ya no consigue conciliar el sueño.

Yago convence a Rodrigo para que mate a Casio. Dice que de esta manera, Desdémona se enamorará de él y se queda sin rival ya que según Yago, Casio es el verdadero amor de Desdémona. En esa misma noche, Yago ha convencido a Otelo para que mate a su mujer.

Rodrigo no logra matar a Casio que se defiende y sale victorioso del ataque con espada. Otelo le pide a su mujer que se arrepienta de sus pecados y rece sus oraciones. A continuación la mata ahogándola con una almohada.

En ese momento entra Emilia, criada de Desdémona y esposa de Yago. Horrorizada se pone a gritar «Otelo ha matado a Desdémona». Entra también Casio y los altos funcionarios de Venecia. Emilia revela las trampas de su marido. Su marido la mata. A continuación, Otelo mata a Yago. Por último, Otelo se sitúa junto al cadáver de su esposa y se suicida.

Otelo | Shakespeare Total
Otelo y Desdémona

Bibliografía: https://www.efemeridespedrobeltran.com/es/eventos/abril/copy_of_shakespeare.-el-otelo-de-shakespeare.-breve-resumen.-hoy-26-de-abril-de-1564-nace-william-shakespeare#:~:text=Otelo%20es%20una%20de%20las,m%C3%A1s%20poderosa%20del%20imperio%20veneciano.&text=Otelo%20est%C3%A1%20profundamente%20enamorado%20de,de%20su%20masculinidad%20y%20fortaleza.

El santo hipócrita

El notario Chapelet lleva una vida desaforada: jura en falso, miente y engaña, hace que amigos y familiares se peleen entre sí, blasfema en contra de Dios y los santos sacramentos; ni siquiera se amilana ante el robo o la muerte.

Un rico comerciante llamado Musciatto Franzesi encarga a este hombre deleznable recolectar deudas en Borgoña. El señor Chapelet se aloja en casa de dos amigos italianos de Musciatto, pero pronto enferma con una gravedad tal que los médicos declaran que solo resta darle la extremaunción.

Desde su lecho de muerte, Chapelet oye que sus anfitriones se preocupan por él: el moribundo resultó ser una persona tan malvada que seguramente rechazará los santos sacramentos y será arrojado en una fosa por ateo.

Chapelet, que no se asusta ni siquiera ante la presencia de la muerte, hace llamar al monje más creyente, estudioso y puro, para confesarle sus pecados. Haciendo gala de sus dotes lingüísticas, se presenta a sí mismo como un hombre tan virtuoso que, luego de su muerte, recibe sepultura en el monasterio y el pueblo le rinde culto como a un santo.

Decamerón, de Giovanni Boccaccio | Otro Ángulo