A principios del S.XVI la vida teatral londinense estaba en manos de compañías ambulantes, los llamados “cómicos de la legua”, gentes de malas costumbres según la mentalidad puritana de la época. En el 1576 fueron expulsados de Londres.
La creciente afición teatral hizo que se crearan teatros fijos y que se dignificara la figura de los cómicos. Las compañías teatrales empezaron a gozar de la protección de los reyes y de los nobles.
A finales del S.XVI existían ocho teatros en la ciudad. Se trataba de edificios abiertos (siguiendo el modelo de los patios de posada, donde los actores instalaban unos tablados muy simples para la representación de sus obras). Estos nuevos edificios eran cuadrados u octogonales, con tres plantas que guardaban en su interior un escenario al aire libre. Los espectadores, pertenecían a todas las clases sociales, pero no se mezclaban: había galerías cubiertas para el público más rico; los espectadores más pobres ocupaban la parte descubierta, delante del tablado donde se representaba la obra. El escenario era una simple plataforma elevada y muy amplia, con un techo. Se piensa que estos teatros podía llegar a albergar a tres mil espectadores.
No había apenas decorados, lo que se suplía con la imaginación de los espectadores y con la aparatosidad del vestuario, con frecuencia heredado de algún noble que hubiera muerto, ya que los actores solían estar bajo la protección de un noble. La iluminación era natural y a diferencia del teatro español, las mujeres no podían actuar y los personajes femeninos eran desempeñados por hombres.
Vídeo de la película Shakespeare in love donde se ve el teatro: https://youtu.be/4YFPlV5J28M
Bibliografía: https://sites.google.com/site/lenguaenliteratura/el-teatro-ingles-isabelino-shakespeare