El viaje definitivo

Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros

 cantando. 

Y se quedará mi huerto con su verde árbol,

 y con su pozo blanco.

Todas las tardes el cielo será azul y plácido,

y tocarán, como esta tarde están tocando,

las campanas del campanario. 

Se morirán aquellos que me amaron 

y el pueblo se hará nuevo cada año;

 y lejos del bullicio distinto, sordo, raro

 del domingo cerrado,

 del coche de las cinco, de las siestas del baño, 

en el rincón secreto de mi huerto florido y encalado, 

mi espíritu de hoy errará, nostáljico… 

Y yo me iré, y seré otro, sin hogar, sin árbol 

verde, sin pozo blanco,

 sin cielo azul y plácido… 

Y se quedarán los pájaros cantando.

Corral de comedia

Los corrales de comedias eran los espacios en los que tenían lugar las representaciones teatrales durante los siglos XVI y XVII. El hecho de que la comedia nacional tuviera un gran desarrollo y una gran aceptación se debió en gran medida a su carácter comercial y popular, ya que tenían su origen en los patios vecinales.

Partes de un corral de comedias

  • El patio era el lugar donde  los hombres del pueblo, llamados mosqueteros, se situaban. Con sus silbidos o aplausos, eran los que hundían o levantaban la comedia.
  • En la cazuela, que estaba al final del patio en la primera planta, se situaban las mujeres.
  • Los palcos estaban situados en la primera planta y destinados a los nobles.
  • Los aposentos estaban justo debajo de los palcos y al lado del patio. Aquí se sentaban los burgueses.
  • El tablado o escenario se encontraba al fondo del patio. Éste solía tener una trampilla para acceder al foso, de donde podían aparecer personajes como el demonio. 
  • Un toldo tapaba el teatro a modo de tejado. Muchos de estos corrales de comedias estaban cubiertos por un toldo ya que se representaban de día para aprovechar la luz.

Las representaciones en los corrales de comedia

La sociedad española de aquella época, estaba muy influenciada por el catolicismo. Y por ello, el calendario de las representaciones y cualquier acto político o lúdico venía marcado por dicha religión. Las representaciones teatrales daban comienzo en el Domingo de Resurrección y finalizaban el Miércoles de Ceniza. No había actividad teatral alguna durante el período de Cuaresma, y es que, cualquier actividad estaba prohibida y penada por la ley durante esos cuarenta días que marcaba la fe católica.

Estructura de la función teatral:

En la Contrarreforma, la Iglesia y la Monarquía utilizaban cualquier excusa para hacer propaganda de su poder, mucho más visible en el arte de esta centuria y muy especialmente se mostraba en el teatro con las loas ya que con ellas se alababan a nobles o se daban mensajes teológicos. Estas loas aparecían al principio de la obra, antes del primer acto que le seguía después. Entre el primer acto o jornada y el segundo acto, se representaba el entremés (de ahí su nombre), que era una pieza de teatro cómico que se representaba dentro de una obra de carácter menos jocoso. Seguidamente, el segundo acto y después de éste, había jácaras y mojigangas, que eran unas danzas con mucho ruido y disfrazados de animales. Por último, se representaba el tercer acto  y acababa la obra con un baile final.

Teatro inglés

Las obras se representaban durante los meses más cálidos en teatros circulares y al aire libre.  El escenario era una plataforma que invadía parcialmente el equivalente al actual patio de butacas, por entonces un área para estar de pie destinada a las clases bajas. 

En los meses más fríos, las obras se montaban en teatros privados para un público de elite.

El decorado era mínimo, y constaba de algunos accesorios o paneles. 

Las localizaciones eran sugeridas, y por tanto quizá cobraban más vida en la propia mente de los espectadores por la poesía de la obras.  

El estilo de interpretación en los principios del teatro isabelino era exagerado y heroico como las obras mismas pero, ya en tiempos de Shakespeare, actores como Richard Burbage habían empezado a modificar su trabajo hacia un estilo más natural y menos contenido, tal y como se refleja en el famoso discurso a los intérpretes en la obra de Shakespeare Hamlet.  

Teatro francés

Teatro Francés. Aspectos importantes – Theatre Les Feux de la Rampe

El teatro francés se considera como el origen del teatro moderno, y es considerado este teatro como uno de los más prestigiosos del mundo, donde surgieron importantes obras, que aun hoy son puestas en escena en los teatros más importantes.

Surgió en las reuniones que tenían las personas en el siglo XVI, como un tipo de entretenimiento, es que en las primeras obras los actores utilizaban pelucas e interpretaban personajes completamente distintos a lo que se conoce realmente en esa época

Este teatro francés, regido por la Academia Francesa, había sido notablemente rígido en su seguimiento de las normas aristotélicas y del modelo clásico respetando las 3 unidades de tiempo, acción, lugar y personajes sacados de la tradición clásica.

Molière - Wikipedia, la enciclopedia libre
Molière

Molière es el autor más importante del teatro clásico francés.

Molière se ha considerado como el padre de la comedia francesa ya que se encargó de contribuir a que el teatro se desarrollara y que Francia pudiera tener un gran renombre en este tipo de arte. Escribió un total de treinta novelas, en las que recrea vicios y defectos encarnados en personajes que son, en la actualidad, prototipos universales.

Corral de comedias

En su origen, los corrales de comedias eran verdaderos patios interiores de casas, en los que se había levantado un tablado (el escenario) y cuyos espacios se aprovechaban para alojar a un público variado. Las representaciones se hacían de día. La sala carecía de techo y sólo un toldo protegía del sol. El escenario disponía de cortinas en su fondo que ocultaban uno o dos corredores altos y los vestuarios. La ausencia de telón condicionó la representación, había que recurrir a otros procedimientos para avisar a la audiencia de que comenzaba la representación: ruido inicial, música…

astrolabio: LEER TEATRO DE FORMA DIFERENTE. DISEÑAMOS UNA ACTIVIDAD  ESCENOGRÁFICA PARA CREAR UNA REPRESENTACIÓN Y ELABORAR UNA MAQUETA

El escenario presentaba 3 niveles utilizables durante la representación: al fondo, arriba, se situaba un balcón al que asomaban personajes que simulaban estar en el de una casa; en segundo lugar estaba el tablado, en el que se desarrollaba normalmente la acción; por último, el foso del que salían, a través de trampillas.

Las habitaciones de las casas que daban al patio estaban destinadas a las gentes principales. Los desvanes y las tertulias eran los aposentos más altos, situados inmediatamente debajo del tejado, y estaban reservados muchas veces a los religiosos y a los nobles. Estos personajes podían ver la comedia sin ser vistos a través de celosías.

El público más modesto se situaba en el patio central y veía el espectáculo de pie o sentado en unas gradas que se levantaban a los lados del patio. Allí se situaban los mosqueteros, que, con sus capas y espadas y sus silbidos o aplausos levantaban o hundían la comedia.

Frente al escenario se construyó una especie de palco de mujeres, en el que se sentaban las mujeres del pueblo, quienes accedían al local por una puerta especial o por las casas vecinas, para no encontrarse con los hombres.

A veces había inmediatamente al lado del escenario un lugar separado del resto de la sala, llamado media lunadonde se sentaban otros espectadores.

La alojería era el lugar en donde el público compraba tentempiés y los alojeros despachaban hidromiel.

Los primitivos corrales de comedias se ampliaron interiormente según se hizo preciso crear espacio para alojar al público. Su estructura sólo permitía crecer verticalmente y se fueron añadiendo pisos a los ya existentes.

Corral de comedias: Almagro | Wall Street International Magazine

http://www.materialesdelengua.org/LITERATURA/HISTORIA_LITERATURA/TEATROBARROCO/corralyteatrobarroco.htm

EL TEATRO ITALIANO

El teatro italiano tiene raíces remotas: sus orígenes se remontan a la cultura latina y griega. Constituido desde siempre por compañías ambulantes que viajaban de ciudad en ciudad, aún hoy el sistema teatral italiano se basa sobre el mecanismo de la “tournée”, es decir, que no existe una compañía establecida en una determinada ciudad.

En Italia, la comedia tuvo su último gran autor en Goldoni, con el pasaje de la máscara de la comedia del arte al personaje “caracterizado”. En la segunda mitad del siglo XIX se afirma cada vez más el drama burgués. Los temas de este tipo de obras son la familia, el adulterio (el triángulo marido-mujer-amante es un esquema recurrente), las relaciones sociales y la incomunicabilidad. Pero fue Pirandello (1867-1936) quien imprimió el verdadero gran cambio del teatro italiano, llevando al absurdo los roles impuestos por la sociedad burguesa. Este autor arranca la máscara detrás de la cual cada uno defiende sus propias convicciones, escondiendo su verdadera identidad, y desnuda la verdad, tal como lo demuestra el título que reúne toda su producción teatral: Máscaras desnudas. Pirandello introdujo también la innovación técnica del “teatro en el teatro”, que revolucionó la forma dramática tradicional. Después de 1861, los ciudadanos de la Italia unificada utilizaban aún principalmente los dialectos, y eran muy pocos los que conocían el italiano. Es por este motivo que florece en todas las regiones el “teatro dialectal”. Sin embargo, el dialecto se afirma fundamentalmente en el área napolitana, gracias a los hermanos De Filipo. Los textos de Eduardo (1900-1984), con sus personajes de extracción popular o pequeño-burguesa, representan situaciones cotidianas, cargadas de melancolía. El éxito de su teatro depende de la capacidad del autor-actor para interpretar las aspiraciones pequeño-burguesas de un público que se está emancipando -no sin contradicciones- a través de personajes frecuentemente al margen de la sociedad, que intentan un improbable ascenso social. Eduardo refleja en el teatro las experiencias vividas directamente por el público reunido en la platea, hacia el cual manifiesta una gran solidaridad.

Un nombre importante en la historia del teatro italiano es el del director Giorgio Strehler que, en la Posguerra, junto a Luchino Visconti, fundó la “dirección moderna” en Italia. En los años ‘50 se afirman directores interesantes, como Luigi Squarzina, Mario Missiroli, Giancarlo Cobelli y Aldo Trionfo. Entre los años ’70 y ’80 los nombres más representativos son los de Luca Ronconi y Massimo Castri. Actualmente sigue viva la tradición napolitana con el hijo de Eduardo, Luca de Filippo, mientras que Darío Fo, premio Nóbel de literatura, es una de las figuras centrales del teatro italiano.