POEMAS EMILY DICKINSON Y WALT WHITMAN

Emily Dickinson:

[XXXII, Life]
La esperanza es el ser con plumas
que anida en el alma,
y canta una melodía sin palabras,
y nunca concluye del todo,
y la canción más dulce en ráfagas
/se oye;
pues debe estar molesta la tormenta
que logra abatir al pájaro
que nos mantenía cálidos.
La escuché en la gélida tierra,
y en el más extraño mar;
aunque, jamás, en los confines
pidió una astilla de mí.

[VI, Life]
Si logro salvar un corazón de romperse,
no viviré en vano;
si logro borrar de una vida el dolor,
o enfriar una herida
o ayudar a un esfumado petirrojo
a regresar a su nido de nuevo,
no viviré en vano.

Walt Whitman:

LO QUE SOY DESPUÉS DE TODO

¿Qué soy, después de todo, más que un
niño complacido con el sonido
de mi propio nombre? Lo repito una y otra
vez.
Me aparto para oírlo y jamás me canso de
escucharlo.

También para ti tu nombre:
¿Pensaste que en tu nombre no había otra
cosa que más de dos o tres inflexiones?

MIRA EL MAR INFINITO

Mira el mar infinito.
Sobre su pecho sale a navegar un navío
Que despliega sus velas, incluidas las de gavia.
Su pendón ondea en lo alto mientras aumenta
Su velocidad de manera majestuosa.
Debajo, las olas rivalizan,
Rodean al barco, apiñándose,
Con brillantes movimientos circulares y espuma.

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