La Biblia es un libro sagrado que se divide principalmente en dos grandes partes: El Antiguo y el Nuevo Testamento. La primera parte corresponde con el Antiguo Testamento, que también puede ser llamado «Viejo Testamento», pero esto no significa que sea obsoleto o irrelevante.
Afrodita
San Marcos o Evanxelista
El Génesis
El Génesis es el primer libro del Pentateuco, en este libro se relata la creación del mundo, la historia temprana de la humanidad, los antepasados de Israel y los orígenes del pueblo judío.
Hades
Hera
Los Reyes Magos
En la Biblia, no los denominan reyes ni se especifica cuántos son, sino que solo se dice que son “sabios de Oriente”. En muchas cortes de Oriente, entre ellas las de la antigua Persia y la antigua Babilonia, los astrólogos solían hacer las veces de asesores sacerdotales, expertos en el arte de la magia. En los siglos transcurridos desde entonces, los tres magos han sido interpretados como reyes.
El Evangelio de Mateo no especifica que fueran tres. Lo que sí se concreta son los regalos: el oro, la mirra y el incienso. Los tres regalos marcaron la cantidad de Reyes que habrían ido a adorar al recién nacido Jesús. Además, el número «tres» representa la unidad dentro del cristianismo. Así, nacía por primera vez la leyenda de Melchor, Gaspar y Baltasar.
Los Evangelios
Es la narración de la vida y palabras de Jesús, es decir, la buena nueva del cumplimiento de la promesa hecha por Dios a Abraham, Isaac y Jacob de que redimiría a su descendencia del pecado por medio de la muerte de su Hijo unigénito Jesucristo, quien moriría en la expiación el pecado de toda la Humanidad y resucitaría al tercer día para dar arrepentimiento y perdón de los pecados a todo aquel que crea en él. Los evangelistas consideran que estos eventos fueron predichos por los profetas en el Antiguo Testamento.
Moisés
Moisés es el profeta más importante para el judaísmo. No se conocen las fechas exactas de su nacimiento y fallecimiento, pero se estima que vivió entre el siglo XIV a. C. y el siglo XIII a. C. Fue el liberador del pueblo hebreo tras 430 años de esclavitud en Egipto y el que condujo a la nación a los límites de la Tierra Prometida después de pasar 40 años en el desierto. También fue encargado por Dios de entregar la Ley escrita (los Diez Mandamientos).
En la Biblia, Moisés es uno de los principales personajes del Antiguo Testamento y se considera el anticipo de Cristo. Es el autor del Pentateuco y su vida aparece narrada, sobre todo, en el libro del Éxodo.
Nace en Egipto en un momento en el que el Faraón, para controlar la población hebrea, emite que todo hijo varón sea echado al Nilo. La madre de Moisés lo coloca en una cesta que echa al río, de donde es recogido por la hija del Faraón, que lo cría. En Egipto, los hebreos tenían la condición de esclavos. Dios le ordena a Moisés que los libere y este, junto a su hermano Aarón, demanda al Faraón la libertad del pueblo hebreo. Ante la negativa del Faraón, Dios invoca sobre Egipto las llamadas “plagas de Egipto”.
Las plagas de Egipto son diez: la conversión del agua en sangre; la plaga de ranas; la plaga de mosquitos, piojos y pulgas; la plaga de tábanos (moscas); la peste del ganado; las úlceras; la lluvia de granizo ígneo; la plaga de langostas; las tinieblas y la muerte de los primogénitos de Egipto.
Hicieron falta estas diez plagas para que los hebreos fuesen liberados. Estos salen de Egipto con Moisés. En este trayecto, destaca la separación del mar Rojo por parte de Moisés para que los israelitas puedan cruzarlo. Llegan al monte Sinaí y allí Dios le pide a Moisés que redacte los Diez Mandamientos: amarás a Dios sobre todas las cosas, no tomarás el nombre de Dios en vano, santificarás las fiestas, honrarás a tu padre y a tu madre, no matarás, no cometerás actos impuros, no robarás, no darás falso testimonio ni mentirás, no consentirás pensamientos impuros, no codiciarás los bienes ajenos.
Finalmente, después de pasar cuarenta años en el desierto, lleva al pueblo hasta la Tierra Prometida, pero muere en el monte Nebo antes de poder ingresar en ella.
Hestia
Hestia era una de las diosas olímpicas de la mitología griega. En la mitología romana se conoce como Vesta. Representa el hogar y la familia; y su símbolo es el fuego sagrado. Se representaba sentada o de pie, en actitud solemne, con un velo y, en ocasiones, sosteniendo una llama con la mano derecha.
Es la primogénita de Cronos y Rea. Poseidón y Apolo le pidieron matrimonio, pero ella juró sobre la cabeza de Zeus que permanecería siempre virgen, evitando así la primera disputa entre dioses olímpicos. El rey de los dioses le correspondió cediéndole la primera víctima de todos los sacrificios públicos y los lugares preeminentes de los hogares.
Su objetivo era mantener siempre avivado el fuego sagrado, porque era el símbolo de la vitalidad y fuerza de las sociedades antiguas, por lo que requería una gran responsabilidad.
Hestia apenas salía del Olimpo y nunca participaba en las disputas de los dioses y los seres humanos por lo que pocas veces aparece en los relatos mitológicos, a pesar de ser una de las principales diosas griegas. Homero no cita a Hestia ni en la Ilíada ni en la Odisea, pero aparece en algunos Himnos homéricos. Platón la menciona cuando relata como Zeus divide a los dioses, semidioses y criaturas divinas en escuadrones capitaneados por un dios olímpico; sin embargo, Hestia queda sola en la morada de los dioses. Por último, Ovidio narra una escena en la que Príapo intenta violar a Hestia pero esta se despierta justo a tiempo para evitarlo gracias al rebuzno de un asno, que se convirtió en su animal favorito.
Se la veneraba en todos los hogares particulares pero también tenía su lugar de culto en los templos de los demás dioses en los pritaneos. Fueron famosos los templos consagrados a Hestia en Atenas, Oropos, Hermíone, Esparta, Olimpia, Larisa y Ténedos. El oráculo de Delfos estuvo dedicado a Hestia antes de que se le ofrendara a Apolo.