MACBETH

Macbeth cuenta una historia de crimen y castigo entreverada de brujería y elementos sobrenaturales. Amparado en las engañosas profecías de las Hermanas Fatídicas, brujas o diosas del destino, Macbeth decide asesinar a su rey y tomar la corona. Consciente del horror al que se entrega, forja su terrible destino y se deja poseer por el mal que nace del ansia de poder, creyéndose invencible y eterno. Esta obra tenebrosa e inquietante, de acción vertiginosa, es también profundamente introspectiva. A través de un lenguaje metafórico y sensorial, la obra indaga en lo prohibido, explora la transgresión y ofrece la oportunidad única de compartir la vida interior de un asesino, con su horror y su misterio. En el estudio introductorio, Ángel-Luis Pujante desvela el significado de ese juego de símbolos, el primitivismo y el concepto mágico del mundo que representan, y aclara cómo la altura poética e intelectual de Macbeth no oculta ni suaviza la situación política concreta de sangre y violencia, ambición y deslealtad en que la acción se desenvuelve.

JULIO CÉSAR

En Julio César aborda William Shakespeare la polémica figura del emperador romano con aguda visión y con una originalidad dramática inédita hasta entonces. Siguiendo la pauta trazada por Plutarco en las Vidas paralelas, contrasta virtudes y defectos de los protagonistas, resalta las ironías del destino y aprovecha el valor de la anécdota. De ahí que los personajes de la tragedia acusen un relativismo y una ambivalencia que confieren a la obra, en apariencia muy sencilla, una notable complejidad.

Metiendo al diablo en el infierno

La picante historia del monje que recibió la inesperada visita de una joven llamada Alibech

Deslumbrado por su belleza, el monje de la historia le habló de Dios y del diablo, descubrió con ardides que era virgen y no pudo contener un deseo que cada vez se le hacía más visible. La joven preguntó qué era aquello que crecía y el monje no dudó en decirle que era el mismo diablo y que ella poseía el infierno para salvar su alma. “… si tienes piedad de mí y permites que yo en el infierno lo meta, tú me darás grandísimo consuelo y a Dios daremos mucho placer y servicio”.

El relato, contado por Dioneo, uno de los tres hombres del grupo, era escuchado entre risas y sonrojos por las mujeres. Esa es una de las virtudes de El Decamerón: que las mujeres puedan oír ese tipo de cuentos sin dejar de ser honestas.

Aunque al principio le dolió, Alibech, la joven de la historia, empezó a gustar tanto de someter el diablo a su infierno que el monje en su cansancio escuchaba estas palabras: “Rústico, si ya el diablo está castigado y no te importuna, a mí mi infierno no me deja sosegar, de manera que conviene que tú, con tu diablo, mitigues la rabia de mi infierno como yo con mi infierno he mitigado la soberbia de tu diablo”.

Esta y otras once historias recibieron el castigo censor de la Iglesia en el papado de Pío V, pero aún así siguieron circulando en el mundo de las prohibiciones.

Las mujeres, a las que el autor les concedió los mismos derechos que al hombre para los placeres de la vida, cuentan también historias salpicadas de erotismo. Las burlas por amor o por ponerse a salvo de sus maridos, que cuentan en sus narraciones, parten siempre de una justificación. “Lo que a éstos les hacen sus mujeres, sobre todo cuando sus celos son infundados, es cosa bien hecha”.

Frankenstein y Prometeo

PROMETEO

Prometeo fue uno de los Titanes  defensor de la raza humana que no temió el odio de los Olímpicos, llegando a ridiculizar al poderoso Zeus.

Él fue el Titán que arrebatando a la divinidad el fuego sagrado de la vida se lo  entregará a los hombres. Es el gran introductor del fuego divino en los sacrificios para proteger a los hombres de los dioses.

Zeus  indignado privó a los hombres del fuego sagrado para siempre vengándose así de la humanidad,  y  a su vez de Prometeo a quien hizo encadenar en una montaña del Cáucaso donde un águila cada día devoraba su hígado Prometeo.  

Pero al éste ser inmortal, su hígado volvía a crecer cada noche, y el águila volvía a comérselo cada mañana.

Este castigo había de durar para siempre y el Titán encadenado se lamentaba por su trágico destino.

Prometeo se había opuesto a que la raza de los mortales fuera aniquilada por Zeus, concediendo a éstos el fuego así como vanas  esperanzas y ahora se lamentaba por todo ello preferiendo haber sido arrojado al inframundo  para que nadie pudiera saber de su desgracia.

FRANKENSTEIN

El monstruo de Frankenstein es un personaje de ficción que apareció por primera vez en la novela de Mary Shelley, Frankenstein o el moderno Prometeo. Se trata de un ser creado a partir de partes diferentes de cadáveres, al cual le es otorgada la vida por Víctor Frankenstein (su creador) durante un experimento.

CONCLUSIÓN

Frankenstein es llamado el moderno Prometeo por la rivalizacion que crea Víctor con Dios al crear a este montruo al igual que la rivalizacion de Prometeo y Zeus por otorgarle el fuego a los humanos.

Midas

En la mitologia griega, Midas era rey de Frigia, e hijo de Gordias.Tenía una hija llamada Zoe.

Por su hospitalidad con Silenio, Dioniso le otorgó el poder de convertir en oro todo cuanto tocara.Viendo que no podía comer los alimentos que a su contacto quedaban transformados en dicho metal, pidió al dios que le liberara de su don, para lo cual tuvo que bañarse en el río Pactolo, que desde entonces contuvo arenas auríferas.

Cicno

En la mitología griega, Cicno era hijo del dios Poseidón y Cálice, hija de Hecatón.​ Nació en secreto y fue descubierto en la playa por unos pastores, quienes, viendo que descendía sobre él un cisne, pusieron el nombre de Cicno al recién nacido.

Cuando alcanzó la edad adulta, se convirtió en rey de Colonas en la Troade y se casó con Proclea, hija de Laomedonte o de Clitio, con quien fue padre de Tenes y Hemitea. Dictis de Creta menciona otros hijos diferentes. Tras la muerte de Procleia se casó con Filonome hija de Tragaso, quien se enamoró de su hijastro Tenes y, cuando no atendió sus peticiones, le calumnió ante Cicno, por lo que éste montó en cólera y lo arrojó al mar dentro de un cofre junto a su hermana Hemítea. Según otras versiones, fue el mismo Tenes quien se arrojó al mar.Tras esto, cuando Cicno supo la verdad sobre la conducta de su esposa, mandó enterrarla viva y fue en busca de su hijo, quien había llegado a la isla de Tenedos, donde se había convertido en rey. Según ciertas tradiciones, para impedir que su padre desembarcara en la isla, Tenes le cortó el ancla.

En la Guerra de Troya, tanto Cicno como Tenes lucharon en el bando de los troyanos, y ambos murieron a manos de Aquiles. Como Cicno era invulnerable al hierro, Aquiles lo mató estrangulándolo con la correa de su casco o golpeándolo con una piedra.Ovidio añade que el cuerpo de Cicno desapareció y fue transformado en cisne cuando Aquiles volvió para tomarle la armadura.​

Electra

Después que Clitemestra asesinase a su marido Agamenón, entrega a su hija Electra a un campesino para evitar que tenga descendencia noble, pues si esto llegase a suceder seguramente reclamaría su derecho al trono. Electra vive, en el campo, casada con el campesino, pero no mantiene relaciones con él. Esto se debe a que él es un hombre honrado y no cree tener el derecho de desvirgar a una mujer de noble cuna. Orestes (hermano de Electra) llega a casa de Electra acompañado de Pílades. Electra no lo reconoce y Orestes, sin darse a conocer, trata de averiguar si su hermana estaría dispuesta a vengar la muerte de su padre. Cuando al fin los hermanos se reconocen, planean la venganza sobre su madre y el nuevo marido de ésta: Egisto. Una vez ambos hermanos dan muerte a su madre, Clitemestra, ambos tienen remordimientos por haber acabado con la vida de quien era su propia progenitora. Al final, Electra es obligada a casarse con Pílades. Orestes es desterrado y se lo somete a un juicio por su pecado

Minerva

En la mitología romana Minerva es la diosa de la sabiduría, las artes, la estrategia militar, además de la protectora de Roma y la patrona de los artesanos .

Atenea

Atenea es la diosa de la guerra, la civilización, sabiduría, estrategia en combate, de las ciencias , de la justicia y de la habilidad. Fue una de las principales divinidades del panteón griego y una de los doce dioses olímpicos.